domingo, 11 de diciembre de 2011

Cap 24. Camas (Parte 1)

Henry les explico lo de los guerreros, y también lo que pensábamos hacer ellas se unieron enseguida ya que no sabían si su familia había sufrido un ataque y era peligroso ir solo tres lobas en contra de los guerreros. En ese momento me puse a organizar mentalmente como podríamos dormir, no había camas para todos, tendrían que dormir una en el sillón pero seguía sin ser suficiente.
-Henry, tenemos problemas…- Intente que no se sintieran culpables. Muchas veces la gente me hacía sentir que sobraba y eso me molestaba mucho. Menos mal que no me encontraba muchos  de ese tipo de gente, sino hubiera acabado con muchas más inseguridades, y eso que ya tenía yo las mías de mi propia cosecha.
-No te preocupes Sandy con el dinero que me traje y algo más podremos comprar dos colchones, no muy buenos pero…algo es algo. – Sabía que tendría una solución, era tan altruista, nunca le diría que no a unas lobas que se habían escapado de su manada.
-Nosotras tenemos algunos ahorros por si necesitamos.-dijo Lily, se notaba que eran buenas personas un poco salidas, pero buenas personas.
-Aunque sea muy arriesgado algunos tendremos que ponernos a trabajar, por si algún día necesitamos dinero.-dijo Henry se que le costaba decir eso porque él quería que todo el mundo estuviera a salvo en la casa pero ¿y si aparecían más lobos? Tendríamos que comprar más colchones y necesitaríamos dinero. Además no creo que se pelearan por contratarnos. Jóvenes, sin experiencia… me sonaba a un NO rotundo.

Fuimos corriendo hacia la pequeña casa, les presentaríamos las chicas a los demás y alguien saldría a comprar los colchones. Johnny estaba fuera en el porche esperándome, no estaba enfadado solo preocupado.
-Sandy, ¿Dónde estabais? Estaba preocupado creía que…- no termino la frase, un impulso hizo que me lanzara  a sus brazos y posara mi cara en su pecho, no sé porque lo había hecho, pero tanto hablar de guerreros había hecho que tuviera la necesidad de  sentirme segura. En sus brazos solo existíamos nosotros dos, pero eso no era la realidad.
-Joder con la tía que no solo tiene el rubio también se lleva a este. No sé como lo haces pero decididamente me tienes que enseñar.-dijo Camy con una sonrisa, las demás se rieron. Ojala fuera yo tan feliz todo el día riéndome sin preocupaciones. Recuerdo que antes de que mis padres murieran era muy risueña, me acordaba de todos los chiste para luego contarlos. Mi abuela solía decir “Hablas como una vieja”, yo no sabía si tomármelo como un halago…Desde el funeral no la he vuelto a ver. No pude evitar que las lágrimas inundaran mis ojos, pero me escondí en los brazos de Johnny y me seque las lágrimas.
-¿Cómo que al rubio?-pregunto Johnny intrigado. Ahora no sonreía. A veces me resultaba bastante posesivo. Era normal que se mostrara un poco celoso. Pero yo no era un objeto, y tampoco era suya.  Puff, me estaba pasando, simplemente no comprendía lo que decía Camy, y encima tenía razones para hacerlo.

Cap 24. (Parte 2)

-Sandy y yo no somos pareja…-dijo Henry perdiendo la sonrisa,  no sé cómo me las apañaba para hacérselo decir tantas veces, decirlo le dolía, se le notaba en la mirada.-Bueno hay que elegir quien va a ir a la ciudad, es importante que no sea ni yo ni Johnny ni mucho menos Sandy.- Cambió de tema. Se noto bastante que el otro le incomodaba, por lo que ninguna de las tres hizo comentarios sobre ello.
-Iré yo –dijo Rosie-desde que he estado en la casa lo único que he hecho ha sido dormir, así seré útil. Rosie daba una impresión el primer día, normalmente era equivocada, pero respecto a ella, era lo que parecía. Una chica tímida, simpática. A lo mejor al conocerla mejor cambiaba, pero no quería que cambiara. Era la típica amiga en la que podías confiar.
-En ese caso también voy yo.-dijo Billy, se notaba que a Billy le gustaba Rosie pero creo que el sentimiento no era mutuo. Rosie soltó un largo suspiro y lo miro un poco de forma despectiva. Admito que Billy era bastante pesado, pero era un buen chico. Y hacían buena pareja.
-Me vale pero tendréis que mirar por todos lados a ver si necesitan  ayudante en algún bar o hotel, lo que sea. Necesitamos dinero.- Repitió Henry para los que no habían estado en el bosque. Mientras nosotros hablábamos Emily jugaba tranquilamente dentro de la casa con una muñeca.
-Yo me encargaré apuntaré todo lo que podamos hacer. Y después cada uno se presentará alguna entrevista.-dicho esto se pusieron en marcha él y Rosie. Intento cogerle del brazo, pero Rosie se aparto bruscamente.
-Venir os enseñare la casa.-dije yo a las tres jóvenes.- es pequeña pero acogedora.- Mientras yo iba por delante oía cuchicheos por detrás, pero me daba la impresión de que no eran de estas que te ponen verde nada más girarte. Lo tendría que averiguar.

 Vi que Camy se fijaba en cada cuadro, en cada pincelada y se paró en el que había visto yo antes. A diferencia de Camy, Lily se tiró en el sofá.
-Que sillón más cómodo, tengo que preguntarle a Henry donde lo compro. Si me toca dormir aquí tampoco me voy a quejar.- Se notaba que llevaban un largo camino por delante. Pero cuando vio que seguíamos con el pequeño tour, se levanto de golpe.
Isabelle fijaba la vista en la cocina, me acerque para ver lo que miraba y vi a Emily.
-¿Quién es esta niña tan mona?-dijo Isabelle en tono cariñoso.
-Hola, yo soy Emily. ¿Y tú quién eres?- Emily era una niña cariñosa, y creo que a Isabelle le encantaba.
Isabelle se quedó jugando con la niña y Lily y Camy me siguieron hasta el piso de arriba. Camy observaba cada detalle de la casa, una de dos o le encantaba el arte o era tipo Sherlock Holmes. Las dos opciones me gustaban una era creativa y la otra nos valdría para enfrentarnos a los Guerreros pero la primera era más posible.
-Estos cuadros son preciosos, ojala pintara yo así.- dijo con aire soñador.
-No digas tonterías, Camy tu pintas muy bien.-dijo Lily, por el tono que puso sabía que tenía que ser verdad.
Bajamos al piso de abajo, Rosie y Billy ya había llegado.
-Siento deciros que no hemos encontrado ningún puesto de trabajo, me parece que tendremos que buscar mejor. Mañana mientras vosotros cazáis bajaremos otra vez a la ciudad.-Henry estuvo a punto de protestar por el peligro, pero se dio cuenta de que era lo mejor para todos.