Cuando ya estaba preparándome para morir vi una
sombra. Genial, si que estaba cerca el hotel. Pero no era la figura de Evan, ni
tampoco la de Johnny.
-Sandy estás bien. Lo siento sabía que ese tio
me buscaba, pero no sabía que la tomaría contigo. Debería haberos avisado.-
decía mientras me desataba. ¿Qué le buscaba? Una de dos o Matt era muy
egocéntrico o Evan tenía más enemigos de los que yo pensaba.
-No importa, ya me lo explicarás mientras nos
vamos. Evan volverá enseguida.-Dije siguiéndole la corriente, ya le diría
después mis experiencias con aquel individuo.
-¿Cómo sabes que se llama Evan? – Preguntó
Matt, alzando las dos cejas.
-Ya lo hablaremos después, ahora lo más
importantes es ponernos a salvo.
Nos fuimos corriendo. Teníamos que buscar un
lugar con mucha gente. Allí aunque nos encontrará no podría hacernos nada. Un
lugar donde no esperaba que fuéramos. No podíamos volver al hotel, no sabía
cuando se dio cuenta de que lo seguía, quizá justo cuando empecé. No iba a
arriesgarme más, porque no había esperado a Johnny o simplemente haberlo avisado
para ir con más cuidado.
-Rápido a la playa. Si sigue tan llena como
esta mañana estaremos totalmente a salvo.- Por desgracia la playa estaba
bastante retirada y tuvimos que andar mucho. Llegamos y nos sentamos en la
arena. Solté un largo suspiro. No podía relajarme ni estando en San Francisco
con mi novio. Ese Evan me las pagaría por estropearme el regalo.
-¿De qué conocías a Evan?- me pregunto. Me
parecía bien que empezara él con las preguntas ya que yo tenía demasiadas.
-Pues, hubo un periodo en el que tuve que
hacerme pasar por su criada. Hasta que descubrió que éramos lobos y tuvimos que
huir. -Omití el hecho que había intentado violarme y que trataba a las chicas
de un modo machista y arrogante.- Creo que es el culpable de la muerte de mis
padres. Pero él, como cualquier culpable, me lo niega.
-Sandy, yo no creo que haya sido él. Estoy muy
de acuerdo contigo en que es un gilipollas y un mounstro pero el casi nunca se
ensucia las manos matando gente. Se dedica a dar órdenes. Solo mata en
ocasiones especiales, como la que estabas a punto de presenciar. Yo creo que el
asesino es… No sé. Es que lo llamaban su arma secreta. Él es demasiado tonto
para ser ni siquiera un arma. Bueno seguro que tienes muchas preguntas que
hacerme… Adelante, no te cortes.
-¿Y tú, de que conoces a Evan?- Sabía que
había sido un guerrero de pequeño, pero no comprendía porque Evan iba detrás de
él.
-Bueno pues, cuando iba con los guerreros Evan
nos dirigía. Nos llevábamos bien, pero un día no estuve de acuerdo con sus
órdenes. Como era pequeño y me encantaban los animales me parecía una autentica
crueldad matar lobos. Evan me quería obligar a hacerlo, a si que decidí
escaparme. Desde entonces Evan ha estado siguiéndome. No sabía que os
conocíais.
-Ahora muchas piezas encajan, por eso fuimos a
Groenlandia. No necesitábamos refuerzos como les dijo a todos, iba en busca
tuya. Por eso está aquí.
-No sé como acaba encontrándome siempre. A lo
mejor llevo un localizador en el culo o algo.- Hasta en los momentos más duros
era capaz de bromar. Eso me recordó a Nicole, hacía tanto tiempo que no la
veía. Pensé que cuando volviera a Groenlandia la buscaría y si no estuviera muy
lejos iría a visitarla.