domingo, 25 de diciembre de 2011

Cap 26. Mi historia

- Bueno chicas os contare todo desde el principio. Mis padres murieron cuando tenía cinco años.-las chicas se mostraron apenadas, me pasaba siempre que contaba lo de mis padres. A mí también me costaba mencionar su muerte ya que aquella herida, a pesar de  haber pasado tantos años, todavía no había cicatrizado, aún así mi rostro no dejo prueba de ello, ya que no quería que me vieran llorar.

Proseguí contando las pequeñas desgracias, y alegrías que me habían ocurrido a lo largo de mi vida. Las tres estuvieron calladas durante toda la historia. No sé si es porque no estaban escuchando o porque les pareció interesante.
-Joder tía que vida más emocionante y yo me creía interesante por haber viajado a París, jajajajaja.-Dijo Isabelle, todas empezamos a reírnos. Las lágrimas consiguieron salirse con la suya y comenzaron a bajar por mis mejillas lentamente. Pero esta vez no era de tristeza, sino de alegría. Hacía mucho tiempo que no me sucedía lo mismo. La última vez fue la noche anterior a la muerte de mis padrinos. Nicole y yo estábamos muy enfadadas por el castigo, pero el enfado con ellos no nos impedía divertirnos entre nosotras.
-Bueno es hora irse a casa.- Les dije, pero para mi sorpresa no se levantaron, siguieron sentadas en un tronco caído, al que le habían encontrado una función muy útil como asiento.
-Pero no nos has contado tu secreto.-dijo Lily
-El secreto es ser tu misma la vida tiene un montón de sorpresas que buenas o malas antes o después acaban sucediendo, tener paciencia chicas algún día llegará vuestro príncipe. Vamos- dije cogiendo a Lily y Camy  del brazo. Camy cogió también a Isabelle y formamos una cadena. En ese momento me recordé a mi abuela cuando me apoyaba en su regazo y le preguntaba por mi príncipe azul. Me gustaría poder decirle que lo he encontrado. Por fin lo he encontrado.


Éramos las últimas todo el mundo había terminado su tarea, pero Henry todavía estaba trabajando en la casa. Llevaba un mono azul de tirantes pero se había bajado los tirantes por el calor y sus músculos quedaban al descubierto. Las tres suspiraron al mismo tiempo. Entramos en casa y Henry al vernos hizo lo mismo. Billy llevaba entre las manos un folio. Y al vernos entrar a los cuatro empezó a leerlo.
-Haber he encontrado dos trabajos. Uno es de camarera en el punto, un bar que está en la parte central de la ciudad, la única condición es que sea una chica con un poco de equilibrio. Este lo dejaremos para el final… El otro es de pintora, bueno más bien se trata de pintar unos cuantos murales para el ayuntamiento, no es que este muy bien pagado pero algo es algo.-Ese era perfecto para Camy, le encantaba pintar y así disfrutaría con su trabajo-Hemos tenido mucha suerte en este pueblo no hay mucha creatividad. Así que cualquier candidato será bienvenido.
-¿Rosie te importaría ocupar el puesto de camarera?- le pidió Henry. No sé porque se lo pidió a ella. No la conocíamos suficiente para saber cuál era su especialidad. Quizás porque no había aprendido a cazar. De todas formas me pareció arriesgado, ya que los guerreros conocían a Rosie. Con un poco de suerte habrían zarpado ya y estarían lejos de aquí.
-No en absoluto, de hecho tengo muy buen equilibrio.-Al parecer Henry había acertado en una cosa, Rosie tenía equilibrio. Decidí apartarme de los demás llevándome a Henry conmigo para advertirle de lo que parecía haber pasado por alto.
-Henry, no sé si te acuerdas de que a Rosie la conocen los guerreros, sería mejor que fuera una de las chicas o yo, que por lo menos se defenderme mejor.- Henry me miro, comprendía lo que decía pero no estaba de acuerdo conmigo. Su mirada mostraba que no iba a permitir que fuera a la ciudad sola.
-No se me ha olvidado, vale corremos un riesgo, pero tú eres más alta por lo que es más fácil verte.- Intento buscar una escusa, pero al ver que no me convencía prosiguió.- Y creo que Evan se fija más en la gente que le pega que en la que pega.- Admito que en eso tenía razón. Por la forma de hablar de Evan se notaba que abusaba psicológicamente o físicamente de las criadas, por lo que no creo que Rosie fuera la primera, pero intentaremos que sea la última.

cap 26, Parte 2

Al ver que no decía nada más, ambos volvimos al grupo.
-Hoy tendremos que cenar un  poco menos, pero las chicas han traído ciervo. –dijo Henry intentando darles las gracias a las chicas. Yo sabía que para 8 personas y media (la media era Emily) tres ciervos significaba pasar hambre. Pero esta noche saldría con Henry a cazar y podríamos asegurarnos un poco de comida por si algún día no podíamos cazar.
-Sandy, esta noche iremos tu y yo seguro que pronto podemos zamparnos un oso.- Parecía haberme leído la mente. Cuando cazaba con él me sentía libre de responsabilidades, era como volver a los tiempos en los que la preocupación por los guerreros solo ocupaba una pequeña parte de mi cerebro,  no tenía que estar pendiente de nadie ni de nada y eso me encantaba. Ahora, los pocos momentos en los que me sentía totalmente segura era en los brazos de Johnny.
Después de cenar los demás recogieron la mesa y Henry y yo salimos. Le notaba en la mirada que hoy estaba especialmente cariñoso y feliz. No sabía a qué se debía aquello pero si él era tan feliz ¿porque yo no iba a serlo?
Me di cuenta de que me llevaba al claro donde nos besamos la primera vez.
-¿Te acuerdas de este claro?-pregunto tontamente, como no me iba a acordar. Se tiro al suelo y empezó a rodar sobre la hierba
-No se… Me resulta familiar pero no caigo de que…Anda levanta nene.-Dije haciéndome un poco la tonta, no sabía si se refería al recuerdo del beso o del rechazo. Intente levantarlo pero no pude con él y me tiro al suelo. Nos quedamos sentados en el suelo riéndonos.
- Este lugar es especial. No sé si para ti, pero para mí es uno de los mejores lugares del mundo. Sabes hoy hace justo un año que nos conocimos…-oins, se acordaba de cuál era el día que nos conocimos yo en ese tiempo no sabía en el día en el que vivía. Me parecía tan tierno que se acordara. Lo abrace fuertemente, tanto que si no fuera Henry seguro que lo habría asfixiado. Nos alejamos un  poco el uno del otro pero aún estábamos cerca, justo como esta mañana. Cuando me di cuenta el había puesto sus labios sobre los míos, solo el roce me aceleró  el pulso. Puse la mano en su pelo y lo atraje hacia mí. ¿Pero qué estoy haciendo?
Me aparte de él. No se la razón pero Henry hacia que mi cerebro dejara de pensar, no podía besar a Henry, tenía novio. Me levante seria y fui hacia la casa. Henry me pisaba los talones, intentaba andar más rápido pero no conseguí  que la distancia fuera mayor entre nosotros.
-Sandy, no te enfades. Yo te quiero, ese tio no siente ni un poco de lo que siento yo por ti. Te mereces algo mejor. Sandy por favor…
-¿Y qué quieres que haga? ¿He Henry quieres que te elija a ti y ya está, no? No es tan fácil  quieres que te diga que yo también te quiero, pues ya está dicho te quiero...Pero lo malo es que a ese  tio como tú dices también lo quiero, os quiero a los dos, sé que no está bien pero yo no puedo hacer nada para evitarlo.-dije entre lagrimas. Menudo día sentimental llevaba hoy. Si no me hubiera besado, todo habría salido perfecto, si yo no lo hubiera atraído hacia mí, si no lo hubiera separado..  Mi mente estaba hecha un lio, para no variar. No sabía lo que quería y cualquier opción parecía tan correcta como totalmente errónea.
Logré quedarme a solas no sé por qué no me había seguido, pero a si era mejor. Salí del bosque encaminándome hacia la ciudad, pero no me pare allí fui mucho más allá. A las afueras había un pequeño parque parecía abandonado los columpios eran de madera y los toboganes de color, de pequeña me encantaba venir a los parques como a la mayoría de los niños pero con la muerte de mis padre dejé de ser niña para siempre. Añoraba la felicidad que sentían los niños, solo me había dado tiempo a sentirla durante 5 años cuando los niños normales duran así hasta los 8 y algunos inmaduros más…
Me senté en el columpio que se encontraba a la izquierda y empecé a balancearme. Sin darme cuenta me dormí.

Cap 25. Planificación

Cenamos lo que quedaba del oso y fuimos a acostarnos, creía que Lily, Isabelle o Camy iban a acabar quejándose de los colchones ya que con el poco dinero que teníamos eran de mala calidad, pero ninguna abrió la boca, estuvieron toda la cena riéndose de incoherencias y siempre conseguían sacarnos alguna sonrisa a todos. Esta vez no estaba dispuesta a acabar toda sudada, si a Johnny no le da vergüenza a mí tampoco, me quede en sujetador y braguitas y me metí en la cama. Johnny llevaba unos bóxer de cuadros lilas y negros, le sentaban tan bien o mejor que los azules. Mientras se acercaba a la cama me quede contemplando su cuerpo. Debía de haber pasado mucho tiempo entrenando…
-Veo que si que habías pasado calor la otra vez.- dijo riéndose. Su cara se ilumino con aquella sonrisa. Me miro de arriba abajo y volvió a sonreír.
-No seas tonto, es solo que el uniforme se me ha manchado. – una pequeña mentira no le iba a hacer daño a nadie.
-Si crees que me voy a creer esa escusa es que no me conoces bien. Anda ven aquí mi niña.-Me cogió y me coloco más cerca de él. Muchas veces me sorprendía su fuerza, yo no estaba gorda pero tampoco era una pluma.-Venga mi niña es hora de dormir mañana tendremos que hacer muchas cosas.- Me dio un beso de buenas noches. Ese beso aceleró mi pulso, no sé lo que me pasaba últimamente pero quería más, le devolví el beso pero esta vez  más intenso. -Ehhh, quieta leona, he dicho a dormir, jajajajaja.-Me puse roja como un tomate- Hoy estoy muy cansado mi niña, si quieres de eso cuando estemos más…solos. No es que no quiera, pero Emily duerme aquí al lado y no creo que le quieras causar un trauma.
-¿Perdona? Tienes una mente muy sucia chaval.-me  di la vuela me puse a dormir. Aunque había intentado ocultar mis intenciones, ambos sabíamos cómo iba a acabar eso, si ninguno frenaba.

Por la mañana me desperté fresquita, esta noche había dormido genial. Baje a desayunar, estaban todos despiertos, ayude a hacer las tostadas para Emily.
-Buenos días Sandy-dijeron todos al unisonó. Los mire a todos. Henry estaba totalmente despierto y alegre, preparado para ir de caza. Las chicas tenían cara de sueño. Y Billy y Rosie estaban totalmente empanados mirando a las musarañas. Me sorprende que también me hubieran saludado. Sin embargo Johnny tenía una enorme sonrisa en la cara. Se acerco a mí y poso sus labios un segundo sobre los míos. Mientras decía Buenos días. Y tan buenos. Oí un pequeño susurro por parte de Camy.
-Buenos días.- Respondí un poco atontada pro las sensaciones que producían en mi sus besos. Esto cada vez me gustaba más era una de las pocas veces que me sentía querida, y que la gente que me quería no acababa muerta.
-Sandy, ven te tengo que decir una cosa-Henry me cogió del brazo y me llevo a la despensa, una vez allí cerró la puerta.-Hoy tendrás que ir a cazar con Camy, Isabelle y Lily, enséñalas. Yo y Johnny nos quedaremos aquí para construir otra pequeña casa nos llevará tiempo pero si llegan más lobos la necesitaremos. No será gran cosa. Pero por lo menos las paredes nos refugiaran del frío.
-¿Y para que tanta intimidad?- pregunte. No entendía porque tenía que meterme en la despensa solo para decirme eso.

Cap 25. Parte 2

-Porque me encanta estar contigo y ver la cara que pone Johnny- se acerco a mí de forma que podía oír su respiración pero enseguida me aleje, no podía engañar a Johnny.
No le reprocharía que quisiera poner celoso a Johnny, el ya tenía suficiente con vernos besarnos a Johnny y a mí.
-A ver esta es la planificación de hoy, si alguien no está de acuerdo  que diga algo o calle para siempre.-deje un poco de silencio para añadir más énfasis y empecé-Rosie y Billy irán a seguir buscando puestos para trabajar. Isabelle, Lily y Camy vendrán conmigo a cazar y Johnny y Henry se quedarán a construir una casa por si aparecen nuevos lobos. ¿Alguien está en desacuerdo? -Sabia que a Rosie no le gustaba ir con Billy pero no decía ni pio.- Vale entonces todos a sus puestos.
Isabelle, Lily y Camy se quedaron.
-Sandy, ninguna hemos cazado nunca, no sería mejor que hiciéramos otra cosa, yo por ejemplo puedo cuidar de Emily.- Isabelle no le gustaba cazar pero Henry me había dicho que las enseñara y estaba muy de acuerdo con él.
-Isabelle siento decirte que Emily lleva años cuidándose sola, creo que se las arreglará. Y además Henry y Johnny no se irán muy lejos.
Soltó un suspiro de desesperación pero no objeto nada más.
-Bien, como es vuestra primera caza empezaremos por algo fácil, ¿Qué os parece un ciervo?- Pregunte intentando despertar interés en ellas.
-Suena bien, mama siempre cazaba ciervo cuando papa no estaba.- Dijo Camy. Parecía que las chicas no eran tan vagas como yo pensaba. Sería divertido pasar una tarde entre amigas.
-A mi me sigue pareciendo difícil-dijo Lily –pero lo intentare.
-¡¡Venga chicas nosotras podemos!!-las animó Isabelle.
La caza les costó un poco al principio pero en cuanto se soltaron les gusto. Habíamos logrado coger tres ciervos para mí era una miseria pero ellas estaban contentísimas con su logro. Seguramente esta tarde tendría que salir a cazar otra vez. No creo que sobre suficiente para la cena.
-Oye Sandy todavía no nos has contado como conseguiste que el morenazo y el rubiales se colaran por ti.-dijo Isabelle y todas se rieron. Miré el reloj, nos quedaba suficiente tiempo podría contarles mi historia. Me pareció un poco exagerado el modo de decirlo, pero no podía negar que ambos querían estar a mi lado.
-Bueno, os contare como paso todo.- las chicas me miraron expectantes ante tal historia. Parecía que todas compartíamos un rasgo en común. Éramos un poco cotillas.