domingo, 15 de abril de 2012

Cap 33. (Parte 2)

-Bienvenida a nuestro nidito de amor- dijo tontamente Johnny. Me cogió en brazos como si fuera un bebe y me tiro a la cama. Poco después me levante  y empecé a deshacer la maleta.
-¿Oye por qué no vamos a comprar un poco de ropa? No quiero volver a ponerme ese asqueroso uniforme.
-Estoy de acuerdo contigo, te voy a comprar lo que tú quieras.
-Bueno no nos podemos pasar, que no es que seamos millonarios.-le recordé.
-Pero he guardado unos ahorros para mi chica.- Sus manos me rodearon por la cintura. Yo apoye la cabeza en sus hombros.
-Tienes suerte de que no sea caprichosa. ¿Y tú que no te vas a comprar algo más sexy?- dije dándome la vuelta y poniendo mis manos sobre su nuca.  Acaricie su pelo negro, estaba suave.  Su camiseta era ajustada, se le marcaban los músculos del pecho.
-Me comprare lo que tú quieras.- sus labios encontraron los míos, fue un beso intenso pero muy dulce a la vez.  – Te quiero. Te quiero mucho.- Otra vez esa palabra, no sé si trataba de convencerme de ello. Con una vez había tenido suficiente. Yo también lo quería mucho, pero no comprendía cómo era capaz de decir esas palabras con tanta facilidad. De todas formas debía alegrarme de ello, un chico lo suficientemente valiente como para expresar sus sentimientos de tal manera. Decidí no calentarme la cabeza.
-Bueno vámonos de compras, tendremos mucho tiempo solo para nosotros.-lo cogí de la mano y lo arrastre fuera de la habitación. - Bueno ¿en qué habitación estaba Matt?
-Para que necesitamos a Matt, Yo solo te necesito a ti.
-Johnny hemos aclarado que quiero conocerlo antes de confiar en él. Es el que me va a ayudar  a encontrar al cruel y asqueroso monstruo que acabo con la vida de mis padres.
-Bueno, estoy de acuerdo en que quieras encontrar a ese tipo. Pero quiero estar contigo a solas este fin de semana. Después  podrás hacer lo que quieras. ¿No quieres pasar un  fin de semana conmigo?
-Claro que quiero cariño, bueno  no creo que pase mucho por conocerlo después. ¡¡¡ Nos vamos de comprass!!!- lo dije en el tono súper pijo, el que usaron los protagonistas de pelo en pecho. Me encantaba burlarme de las típicas pijas que solo le importan las compras y poco más. Él soltó una carcajada tras mi imitación.

Salimos del hotel, no teníamos ni idea de por dónde empezar.  Recorrimos una calle, encontramos una tienda y entramos. Estaba decorada de forma moderna, las lámparas colgaban del techo eran blancas y las paredes eran azul celeste. Nos pusimos a mirar vestidos veraniegos y conjuntos. Aquí hacía mucho más calor que en Groenlandia y si encima le sumabas la temperatura de los hombres lobos…
-¿Qué te parece este?- dijo Johnny enseñándome unos shorts vaqueros y una camisa azul clarito de tirantes.
-Me encanta, no sabía que  conocieras mis gustos. Ahora vamos a buscar algo mono para ti. Mira.- Le señale  unos pantalones que le llegarían por la rodilla eran de color caqui y una camisa de color verde manzana.
-Ummm, está bastante bien. Pero qué tal si en vez de color caqui me los compro blancos.-la verdad es que el color caqui no me gustaba mucho. El blanco le quedaría mucho mejor. – Bueno ahora que ya tenemos la ropa que tal si vamos a comprar otro par de bañadores.
-Bañadores para que si ya tengo uno. Anda creo que me lo he dejado en casa, soy súper despistada.- Me lo había dejado aposta para no tener que bañarme pero no había contado con los ahorros de Johnny.
-Bueno pues con más razón. No te pensarás que con el calor que hace no nos vamos a bañar en la playa.
-Pues no tengo muchas ganas de bañarme.- le dije a Johnny, el no comprendía mis razones y no tenía muchas ganas de explicárselo, pero no quería esperar hasta el último momento como la otra vez. Pasé tanto miedo para nada. Pero en la playa seguro que hacia pie, se lo diría antes de meternos en el agua sobre todo si había marea.
-De esa fobia al agua que tienes ya hablaremos, que te crees que no lo note cuando lo del lago.  Ahora lo que me importa es que vamos a comprar tu biquini y mi bañador. En esta tienda no hay, tendremos que seguir buscando.
Paseamos por la calles y vimos un montón de tiendas, en una me compre unos pantalones negros piratas un poco cagaos, eran bastante cómodos, y una camiseta de manga corta roja. Johnny sin embargo se compró tres bañadores y dos camisetas. Los bañadores eran todos diferentes, uno era azul clarito con cuadros negros, otro era simplemente rojo y el otro era  con muchas formas que contenía los colores: negro, blanco, rosa y azul. A mi él último era el que más me gustaba. Las camisetas una era azul eléctrico con una especie de monigote en el medio y la otra era una camisa rosa en la que ponía soy del tipo de amigos que mi madre no quiere que tenga a él le hizo gracia el mensaje pese a que no sabía nada de sus padres. Finalmente consiguió comprarme un biquini rosa, blanco y negro.

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