domingo, 3 de junio de 2012

Capítulo 40. (Parte 2)


Vi una pequeña chispa en los ojos de Matt, pero no me había fijado desde cuando estaba ahí. A ver si Matt se iba a enamorar. Seguramente se le habría metido  algo en el ojo. Pero a mí me gustaba montar algún que otro culebrón. La verdad es que aunque no nos dábamos cuenta tendíamos a hacer pequeños grupos. Yo siempre estaba con Johnny o Henry, Camy, Isabelle y Lily casi siempre andaban juntas, Jisa y Eliseo, eran un matrimonio me parecía normal y Billy iba detrás de Rosie, puede que él no se diera cuenta, pero Rosie se había acostumbrado a estar con él.
Henry se mostraba un poco distante. Era normal sus experiencias con  antiguos guerreros no habían sido muy buenas que digamos. Los guerreros mataron a su madre y a su hermano pequeño, Derek no había hecho nada para caerle bien, claro que tampoco tenía nada en contra de él, y Johnny… En fin mejor no hablar de Johnny.
Matt se dirigió a él para saludarlo y Henry como una persona educada que era lo saludo como habría hecho con todos los demás. 
Me fije en los alrededores. La casita para invitados estaba terminada. Solo había que esperar a que secara la pintura blanca. Y se quitara un poco el olor. Parecía verdaderamente acogedora. Los pájaros se posaban en el tejado de color rojo y piaban como locos. Henry me cogió de la mano y me echo un poco para atrás para poder hablar a solas conmigo. Últimamente la intimidad le importaba mucho a Henry, no sé si era para poner celoso a Johnny o por simple placer, pero a mí no me molestaba, siempre que no me llevara al claro.
-Sandy, tengo que decirte una cosa. Mira, en estos días que has estado fuera han pasado cosas. –No sé lo que iba a decirme pero sus labios, que antes estaban formando una enorme sonrisa, ahora formaban una simple línea recta. – Sandy…- Espero que no me fuera a decir otra vez lo que sentía por mí. Yo lo tenía claro, no podía corresponderle, después de pasar estos días a solas con Johnny pensaba de forma diferente. Henry era mi amigo, ¿por qué voy a pedir más teniendo a mi Extin a mi lado?
De repente me fije en una fina sombra  que asomaba por la puerta de la casa central. Volví a mirar y me di cuenta de que era una chica. Llevaba una camisa de tirantes con rayas azul marinas y blancas, y unos shorts azul marinos que no se podían llamar shorts porque le llegaban por la rodilla. No sabía quién era,  pero algo en mi interior me decía que no traería nada bueno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario