domingo, 10 de junio de 2012

Capítulo 41. Parte 2


La cena termino poco después, no dijimos nada más excepto algún que otro comentario sobre lo que había pasado estos días anteriores. Después Isabelle, Lily, Camy, Johnny y yo recogimos la mesa. Rosie y Eliseo lavaban los platos.
Después de terminar de recogerlo todo, las chicas y yo nos metimos en la que era su habitación. Camy la había decorado un poco con la pintura que sobro de la otra casa. Pero aún así estaba mucho mejor que antes. Empezamos a hablar como siempre.
-Habéis visto al nuevo. Sandy tu que pasa cada vez que sales traes un tio bueno.- dijo Camy en plan broma.  Aunque sabía que Matt podía pasar perfectamente por un modelo.
- Bueno pues la próxima  vez me voy contigo.-dijo Lily y todas reímos a la vez.  Rosie como casi siempre se quedo callada sin soltar ningún comentario, y riéndose. Lo que me resultó bastante raro es que Isabelle no dijera nada. Ella hablaba normalmente, no tanto como yo, pero hablaba. Y si se trataba del físico de un chico… Nos podíamos tirar horas enteras hablando.
-Isabelle, y tú qué piensas de Matt- pregunte indirectamente. Todos los ojos fueron hacía Isabelle, la que empezó a ponerse un poco nerviosa. Pero, finalmente contesto.
-Bueno, es… normalito.- todas nos quedamos anonadadas frente la respuesta. Podíamos decir  que un  chico era feo, que era guapo, que estaba súper bueno, pero que era normalito. Nunca habíamos oído tal calificación en ninguna de nuestras conversaciones. – Bueno quiero decir que está bastante bueno, pero esta mejor el  Alex Pettifer, ¿o me vais a decir que no?- Todas coincidimos en eso, un tio podía estar buenísimo pero si superaba Alex Pettifer…

La conversación  siguió y no volvimos a sacar el tema de Isabelle y sus palabras para describir a Matt.  Poco después cenamos lo que había sobrado de la comida. Una vez más volvíamos a la rutina, la cuál a veces parecía cansada pero a mí me gustaba dejarme de tanta playa, y tanto calor.
Llego la noche y tocó acostarse. Subía a nuestra habitación. Johnny estaba tumbado en la cama con unos bóxer  lilas con rayas negras. Tenía la cabeza apoyada en la pared y estaba ojeando un pequeño libro.
-¿Qué lees?- pregunte acostándome al lado suyo.
-Nada importante.- Dejo el libro y se volvió hacia mí. - ¿Y tú, que tal tú primer día de vuelta al día a día?- preguntó mientras me apartaba un rizo de mi cara.- Por cierto te he dicho alguna vez que me encantan tus tirabuzones.
- Bueno, no creo.- empecé a ponerme un poco roja. No sabía por que pero cuando algún chico  me decía algo bonito, en vez de contestarle un simple gracias o alguna indirecta inofensiva, me ponía roja como un tomate y agachaba la cabeza. Johnny puso el dedo índice  en mi barbilla y me levantó la cabeza poco a poco.
-No tienes porque ruborizarte, no te lo digo porque te quiero ni porque estoy tan enamorado de ti que dos segundos sin ti serían un infierno. Te lo digo porque es verdad. Tu pelo es precioso, tus ojos de color avellana te hipnotizan nada más mirarlos. Y el resto de ti es tan perfecto o más.- Si no quería que me ruborizara eso no ayuda en nada.
- No digas tonterías. Lo dice el chico que no tiene unos pedazos ojazos azules, que no tiene la piel sin un solo grano. Que no tiene un cuerpo perfecto. Que no es sensible, simpático y cariñoso. Por favor, si te presentaras a un concurso de perfección te echarían porque no admiten profesionales.- Unos segundos después en su rostro asomo una pequeña sonrisa, él sabía que yo tenía razón, y no solo lo pensaba yo, las chicas que nos miraban atónitas en San Francisco me habían recordado que estaba con un 10 y no llegaba ni a un simple 6.
- A la, exagera un poco más. – Empezó a imitar una escena de American dad.-  Sandy, es la policía, vienen a arrestarte por exagerada.- la voz de Stan Smith le salía calcada. A pesar de que pretendía convencerlo no pude evitar la carcajada que amenazaba con salir de mi garganta al oír su imitación. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario