lunes, 20 de junio de 2011

Capítulo 8. (Parte 2)

Llegamos a la casa con los ciervos a cuestas. Los niños coreaban a nuestro alrededor un alegre: ¡Hurra! Becca sonreía de oreja a oreja y decía cosas como:




“-¡Has estado impresionante! ¡Parece mentira que fuera tu primera caza! Sandy, has nacido para ser loba.”


Estas palabras me parecieron más bien tonterías que se dicen a los novatos para darles ánimos, pero a mí no me hacían falta ninguna clase de motivaciones. Adoraba ser un lobo. Parece mentira lo rápido que uno puede cambiar de opinión, en tan poco tiempo. Era mejor que pensar que era un monstruo asesino.

De repente, noté que alguien venía hacia la cocina. Adopté una pose de ataque, dispuesta a proteger a la familia. Sin embargo, Becca me tranquilizó:


-Tranquila, es Henry.- Henry. Supuse que sería el cabeza de familia. El padre de los niños, esposo de Becca, el señor Parker. Lo imaginé como un amable señor, de ojos verdes, como Emily; rubio, como Robert y con ropa de trabajo. Me encantaría conocerlo.


-¿Quién es?- Pregunté de todas formas.


-Es mi hijo mayor. Tiene diecisiete años. Fue detrás de los guerreros, por eso no estaba ayer.- Mi primer pensamiento fue: ¿Estará bueno? Típica pregunta de una chica adolescente con las hormonas revolucionadas, y más ahora con lo del licántropo. ¿Sería rubio o moreno? ¿Ojos oscuros o claros? Seguramente estaría fuerte y grueso, con lo que le daba su madre…


Poco después entró en la habitación, dejándome con la boca abierta. Era mucho más guapo de lo que me lo había imaginado. Su pelo rubio ondeaba revoltoso. No llevaba camiseta alguna, pero sí unos vaqueros piratas. Muy normalitos para un chico cualquiera, pero alucinantes en un chico así. Henry alzó la mirada y me observó curioso, sonrió de forma encantadora y se presentó:

-Sí, como ha dicho mi madre soy Henry y tengo diecisiete años.- Rió dulcemente. Su voz era acaramelada, igual que sus ojos.


-Yo soy Sandy, dieciséis.- Y sucumbí al poder de reír. Estuve a punto de tartamudear, pero la risa disimuló la poca estupidez humana que me quedaba. Sin embargo Becca me miró de la misma forma que lo hacen las personas que cantan: “Sandy y Pepito se fueron a pasear, se dieron un besito…”



-Encantado de conocerte y de que vivas con nosotros, Sandy.- Extendí el brazo para darle la mano, la cogió, y tiró de mi para abrazarme. Si no me llega a sujetar con esos fuertes brazos me habría desmayado. Seguro que seríamos grandes amigos.


Tras las presentaciones, nos dispusimos a cenar. Se dice que: “Por muy feliz que te vaya el día, siempre habrá algún imbécil que te lo estropee”. Yo sentía que nada ni nadie, podía estropear este momento.


Me sorprendió que Henry se mostrara tan amable con sus hermanos. Normalmente los mayores pasan de los pequeños porque son una carga.


-Hace días que no los ve. Si no fuera por él… No sé si hubiéramos sobrevivido al ataque.- Becca estaba afectada ante lo sucedido. Miré a Henry. Él pareció notar que lo observaba y dejó a Emily en el suelo.


-Solo conseguí ver a un guerreo. Tuve la sensación de que era un licántropo y apostaría el cuello a que es cierto. Madre, seguramente sería un imbécil que querría divertirse o que no quiere reconocerse como de su raza. No creo que estuviese ahí como un infiltrado.- Dijo riéndose por lo bajo.- Espero que no os causara problemas porque me quedé con su cara. Era un chico con el pelo negro, los ojos grandes y azules. Seguro que los habrá utilizado para morder a alguna chica atontada.- Con cada palabra que decía, aumentaba el rubor en mis mejillas. Yo era esa chica atontada.


-Fue el que me mordió.- Susurré lo más bajo posible, lo suficiente como para que fuera audible. Tal y como había dicho Henry, sus ojos azules me habían hipnotizado. Y aún los recordaba encantadores. A pesar de haberme mordido. Y aunque tuviera un chico guapísimo delante, mi corazón latía con fuerza por volver a ver al angelical guerrero, al guerrero de hipnotizadores ojos azules.

1 comentario:

  1. Me encanta el paseo de Sandra y Pepito jajajaja, eso tambien lo digo yo ;)
    el capitulo muy bien, como era de esperar, y tengo que decirte que aunque no se mucho de henry ya me encanta

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