domingo, 20 de mayo de 2012

Capítulo 38. (Parte 2)


-Joder Matt, déjate de tonterías . No quiero pasar por esa calle y punto. Vamos- le cogí del brazo e intente arrastrarlo.
- Sabes que tardaremos mucho más. Y además Evan no es tan tonto como para estar allí. Es mucho más posible encontrártelo por otra calle.- todavía seguía intentando tirar de él. Pero tenía mucha más fuerza que yo, por lo tanto iba en dirección contraria a lo que yo quería. Me pareció raro que tuviera más fuerza que yo, era un tío, pero yo era un lobo. Pensé que debía de ser mi subconsciente, un lado muy pequeño de mi cerebro sabía que Matt tenía razón y no quería oponerse.
-Si muero… Te aseguro que me conseguiré convencer a Dios para que mande la muerte a por tu alma.- dije intentando sonar amenazadora. Pero lo único que conseguí era que soltará una sonora carcajada.-Lo digo muy en serio, tengo un gran poder de convicción.
- Vamos Sandy. – Como me iba a seguir arrastrando decidí ir andando por mí misma ya que llamaba mucho menos la atención. Pero mi corazón latía cada vez más fuerte. Sentía que se me iba a salir del pecho.
Pasamos por al lado del callejón. No podía creerlo, no me había pasado nada. Solté un largo suspiro. Tenía que haber confiado en Matt. Pero de pronto aparecía de entre las sombras con una maleta, no sé lo que llevaba allí. Pero quién lo conociera lo más mínimo sabría que no eran papeles ni nada parecido.
-Ohh, Sandy. Te has traído un amiguito. Siento la tardanza, no sabía donde lo había dejado. Soy un despistado. A Matt, muchas gracias por venir, así solo tendré que molestarme en ir a por el traidor.- Me imagino que se refería a Johnny. Mi cerebro quería correr, pero no me explico porque la información no llegaba a las piernas. Afortunadamente Matt me cogió de la mano y tiró de mí. Evan venía tras nosotros pisándonos los talones…
Solo podía pensar en correr. No me importaba si después me dolían los pies, si se me rompían las chanclas nuevas… Pero cuanto antes lo digo antes sucede. Se me rompió la chancla y caí al suelo. Eso era el final.  Evan me alcanzaría mucho antes de que me diera tiempo a decir Socorro.
-Matt, vete al hotel. Salvaros. Olvídate de mí.- dije totalmente convencida. No iba a permitir que cayeran dos personas por intentar salvarme a mí. No era tan importante para arriesgar dos vidas. Vi a Matt pararse y volver la vista hacia mí. Grité más fuerte. No iba a permitir que Evan acabara con los dos. Si él no llegaba nadie le diría a Johnny cuanto lo quiero. Nadie le diría que morí a las manos Evan y nadie vengaría nuestras muertes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario