lunes, 1 de agosto de 2011

Capítulo 14. (Parte 1)

14. Infiltrado entre nosotros

Por muy poco que nos gustara, hoy, nos tocaba trabajar. Yo quería seguir soñando. Por primera vez en mucho tiempo,
había conseguido dormir de un tirón. La única ventaja que teníamos con los
guerreros era que dormíamos más. Media hora más. Nosotras nos levantábamos a
las siete y media con la idea de que todos los chicos estarían ya fuera,
preparando estrategias y empujándose unos a otros como los verdaderos bestias
que eran. Tras colocarnos nuestros uniformes, acudimos a la puerta en espera de
Ally, que asignaba a cada chica un puesto de trabajo.

-Phoebe y Summer.
Vosotras os encargareis del servicio personal de cada guerrero.- Un gesto de
pena apareció veloz por el rostro de la sirvienta. Que desapareció rápidamente
por una delgada sonrisa.- Tenéis que hacer… todo lo que os pidan.- Quiso decir
algo más, pero se detuvo y continuó en voz baja:- Y mejor que no rechistéis.-
Ally se alejó a paso lento de nosotras. Nicole suspiró, posiblemente dando las
gracias por no tener los turnos de limpieza. Empezamos a rezar para que
nuestros guerreros, Derek y Johnny, fueran los que nos habían tocado.- Chicas
esperad.- La sirvienta de pelo azabache llamó nuestra atención de nuevo.- Ya
decía yo que me olvidaba de algo. Summer, tú serás la sirvienta de Barney
Sandler. Y Phoebe, el tuyo es Evan James.


Tras descubrir que no
serviríamos a nuestros príncipes azules, nos dirigimos a la cubierta con los
ánimos por los suelos. Barney era bastante guapo. Un chico musculoso de pelo
rubio y ojos verdes. Sin embargo, yo sabía que mi prima, solo tenía ojos para
Derek.

-Que pena que esté con
Derek…- Susurró Nicole a mi oído.
A mí, por otro lado, me
tocó un tío bastante extravagante. Guapo y atractivo. Vamos, el típico chulo
mierdas. También tenía un cuerpo atlético, pero sus ojos eran igual de oscuros
que su pelo. Evan me agarró por el brazo y me arrastró hasta su lado. Ojalá
hubiésemos podido escoger con quién trabajar, de quién encargarnos, pero no
podía quejarme. Tendría que soportar todas las chiquilladas de este crío
orgulloso e impertinente. Miré sus ojos oscuros. Estaba segura de que escondía
un secreto,- tal vez era un licántropo- pero no podía jugármela de esa manera.
Sería demasiado arriesgado.

-Hola preciosa. Es tu
día de suerte. Los próximos cinco días harás todo lo que yo quiera.- Dijo de
forma arrogante. Su voz era grave y melodiosa. Demasiado. Alargó la mano hacia
mi rostro. Demasiado repugnante.
Se
acabó.
Pensé. Que estuviese a su servicio no significaba que fuera a soportar
sus groserías. No pensaba permitírselo.

-Pues lo siento mucho
por ti, porque como te atrevas a ponerme un dedo encima, pagarás las
consecuencias.- Alcé la voz enseñándole el puño. No sabía pelear muy bien, pero
eso era algo que esperaba que él no averiguara.

-Con que eres una chica
difícil, eh. Me encanta. Siento decirte que es imposible resistirse a mis
encantos.- Ya me podría haber tocado un guerrero agradable, u homosexual, o
incluso que le importase una mierda su criada. Pero no. Me había tocado un tío
que se cree que es capaz de encandilar a las mujeres. ¡Pedazo de fantasma! Su
tacto me provocaba arcadas. No podría soportar cinco días con él.

Tras terminar la
acalorada discusión, puse rumbo a las tareas que me había encomendado. La
mañana pasó sin más incidentes. Tras terminar mi turno, encontré a Nicole.
Seguro que su día fue mejor que el mío. Ese tal Barney no tenía mala pinta. O
por lo menos no tan obvia.

-Hola. ¿Qué tal tu
mañana?- Preguntó cansada.

-Regular. Ese chico
intentó seducirme. Le paré los pies como pude, pero no se rinde. En definitiva,
Evan es un capullo.- Nicole observó al chico que yo señalaba con la cabeza. Al
verlo dijo:

-Bueno, piensa que
podría haber sido un pringado.- Al menos sacó algo bueno. Sin embargo miré a mi
alrededor y dije malhumorada:

-¿Aquí? Nicole, aquí no
hay pringados. Solo fantasmas. Enormes. Inflados. Creo que mañana me llevaré
una aguja para pincharle su enorme ego si se atreve a tocarme.- Estaba
insegura. ¿Qué demonios podía hacer contra Evan? Aquí no podía transformarme.
Era un chulo, pero también era enorme. No podría con él en forma humana.


No hay comentarios:

Publicar un comentario