lunes, 1 de agosto de 2011

Capítulo 14. (Parte 2)

-Barney también me ha
tirado los tejos. Es como si no hubiesen visto una tía en su vida. De todas
formas he tenido suerte. El mío era un caballero. En cuanto le dije un simple:
“no”, dejó de insistir. Aunque todavía intenta impresionarme.- Por lo menos el
suyo aceptó las calabazas…

Las dos habíamos tenido
el mismo problema. Solo que en el suyo, había una solución. En mi caso, sabía
que Evan no desistiría. Miré a mi alrededor y hallé a Derek en el campo de
visión.
-Allí está tu novio.-
Sonreí de forma cansada. Menudo día. Nicole y yo nos merecíamos un descanso.

Después de dejar a mi
prima en manos de Derek, caminé hacia mi camarote. En ese momento deseaba
abrazar a Johnny y contarle lo ocurrido, pero no quería preocuparle. Me
encargaría del imbécil yo sola.

Entré en el camarote y
me tumbé en la cama. Las finas sábanas blancas rozaban mi piel, asemejando
caricias que me ponían los pelos de punta. Comencé a pensar en toda mi vida. La
muerte de mis padres siempre sería una mancha oscura en mi memoria. Los
recuerdos de ese día se resistían a desvelarse. No era capaz de abrir mi
subconsciente y dejarles paso. Solo los gritos de mi madre parecían volar con
fluidez por mi mente. Nicole había sido mi mayor apoyo. Siempre había estado
ahí, en los peores momentos.

Las primeras
noches fueron terribles. Es un momento en el que no tienes nada que hacer y en
el que piensas en todo. Incluso Joaquín Sabina piensa como yo:
“Que tardé en olvidarla diecinueve días y
quinientas noches”.
A mí me sucedía lo mismo. Pero Nicole conseguía
despejar todas mis dudas y temores.
Ahora estaba
Johnny. La primera vez que vi aquellos ojos azules en los que no pude hacer
otra cosa más que hundirme en sus profundidades. Cuando me marcó. Ese sería
otro recuerdo que jamás olvidaría. Sin embargo, había un cuarto que perduraría
en mi mente siempre. Uno del que no quería deshacerme nunca. Coger su recuerdo
y no dejarlo escapar. Henry. Su familia. MI familia. Aquellos meses tan
increíbles. El olor a bacon que preparaba Becca. La dulce sonrisa de Emily. Los
preciosos ojos de Robert. Sus risas. Los días de caza. Pero todo eso se había
acabado.

Una solitaria lágrima
cayó en zigzag por mi acalorada mejilla. Realmente, todavía no quería aceptar
que hubieran muerto. ¿Por qué siempre me pasaba esto a mí? ¿Por qué mi vida
parecía ir a la perfección y de repente se iba a la mierda? ¿Por qué parecía
estar rodeada de muerte? Sin Nicole a mi lado, habría sido capaz de entregarme
a los guerreros.

Si tomamos que la
reencarnación es cierta, debo haber sido la peor persona de toda la historia.
Tal vez fui Jack el destripador, Isabel Báthory* o Hitler… Sequé la lágrima con
el anverso de la mano. Encima ahora aparecía el gilipollas este y me lo
dificulta más todavía. Sólo mi querida Nicole y Johnny eran capaces de
sostenerme en pie y ayudarme a seguir a delante sin caer en depresión. Solo
esperaba que mi vida fuese a mejor. En estos momentos no me atrevería ni siquiera
a abrir una galleta de la fortuna.





*Isabel Báthory: O Erzsébet (Elizabeth) Báthory fue una cruel húngara asesina
en serie obsesionada con la belleza, que utilizaba la sangre de sus jóvenes
sirvientas y pupilas para mantenerse joven. En total asesinó a seiscientas
treinta mujeres.



2 comentarios:

  1. Tengo que confesaste que tu blog me ENCANTA en estos últimos dos días lo he descubierto por internet y me lo he estado leyendo de cabo a rabo y me fascina, bueno he de decirte que continúes con tu gran trabajo y a ver si haces todo lo suficiente y lo publicas, que yo creo que este tipo de historia gustan mucho a la gent joven.
    Te felicito, un besazo.

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  2. Gracias!
    La verdad es que lo tengo casi terminado.Me gustaría decir también que, el próximo capítulo, será el último hasta la segunda quincena de septiembre ;)(Más que otra cosa, por la gente que está de vacaciones y tiene que reincorporarse y leerlo todo de golpe)
    Muchos besos y gracias de nuevo!

    Att: Jelo

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