domingo, 4 de marzo de 2012

Cap 29. La fiesta

Me desperté tarde, yo solía decir de pequeña que cuanto más durmieras más cansada te levantabas. Por supuesto eso era una teoría para convencer a mi madre de acostarme más tarde y poder ver Bob esponja. No sé por qué lo daban tan tarde si se supone que era para niños…
Baje las escaleras, conforme iba bajando empecé a oír murmullos, eso no era muy normal en esta casa. Me paré a escuchar en un sitio donde nadie podía verme.  Pero desafortunadamente dejaron de hablar… Joder que pasaba me intuían o algo. Termine de bajar las escaleras.  Henry salió a mi paso.
-Sandy, tengo que decirte algo.-por fin se iba a disculpar ya era hora, no sé por qué había tardado tanto…
-Dime. –Dije esperando su disculpa. No sé porque me importaba tanto, pero mirándolo por el otro lado no iba a dejar que me besara cuando él quisiera.
-Si  te digo, pero no aquí.-Me cogió del brazo y me arrastro suavemente hacia a fuera. Los demás no abrieron la boca, les parecía normal que Henry me llevara fuera… Johnny no estaba, tampoco se encontraba arriba. ¿Dónde estaría?
Antes de que me llegáramos al destino supe a dónde íbamos, era la tercera vez que me llevaba hasta allí. Las dos últimas veces me había besado y yo había salido corriendo en ambas. Espera que en esta no pasará lo mismo.
-Perdona si tienes intención de besarme, olvídalo. Sabes no me parece…-me quede paralizada, el claro ya no era el mismo no era la hierba verde rodeado de árboles ahora aparte tenia globos por todas partes, un gran osito de peluche en el centro y una pancarta en la que ponía Felicidades. Se me llenaron los ojos de lágrimas. Hace tres semanas había sido mi cumpleaños, no había dicho nada porque no quería ocasionar molestias.-Henry… Siento haberte acusado. ¿Todo esto ha sido idea tuya? No me lo puedo creer muchas gracias- no me pude reprimir lo abrazarlo, tan fuerte que después seguro que habría perdido más de 2 kilos.
-¿Entonces, estoy perdonado?
-No digas tonterías, estas perdonado lo de ahora y las 500 tonterías más que hagas. –Henry, Mi Henry… Eso era lo que más me gustaba de él. Lo mire a los ojos, esos ojos negros…-¿Y el osito?
-Supuse que a una chica tan guapa y dulce como tú le gustarían las cosas bonitas y suaves ¿Me equivoqué?
-No acertaste de pleno, tenía uno igual cuando era pequeña pero la policía no me dejo llevármelo…
-Ehhh, que se supone que esto es una fiesta si mi única invitada se echa a llorar quedare muy mal como anfitrión. Vamos a bailar un poco.- Puso un radiocasete  y empezó a sonar una música no muy moderna.-Lo siento no me daba para más, de todas formas podemos divertirnos- La canción era de esas que se bailaban cogidos de la mano por lo que nos acercamos y nos pusimos a bailar. Nos partíamos el culo mientras bailábamos ninguno sabía bailar bien y mucho menos esta música.
-Ejem, Ejem…- dijo Camy para llamar nuestra atención- perdonar que os moleste tortolitos pero hemos oído esta música y creíamos que se había muerto alguien…
-Camy, si ellos quieren bailar pegados que bailen pegados.- Dijo Isabelle. Después de decir esto nos separamos repentinamente.
-Uuu Sandy y Henry se fueron a pasear…-empezó a cantar Lily.
-Menos mal que me eche música de verdad.  ¿Qué hace este trasto aquí?- dijo señalando el radiocasete. Lo dejó en el suelo y puso música house. Todos bailábamos. Nunca me había gustado bailar pero me encantaba hacer el tonto y eso era lo que quería hacer ahora mismo.
Los demás llegaron con paquetes envueltos.  Los abrace a todos,  Jisa y Eliseo llevaban un pequeño sobre, sería dinero. Y Johnny llevaba una cosa cuadrada y blandita. Las chicas corrieron cerca de Rosie y Billy, me habían comprado un regalo conjunto, este era muy parecido al de Johnny pero un poco más grande. 
Primero abrí el de los chicos. Empecé a romper el papel y vi asomar una cosa azul, lo puse para poder verlo entero, era un pijama de manga corta y pantalones cortos. Era de un azul parecido al vaquero pero más clarito y estaba lleno de cerezas blancas.
-Me encanta chicas. Me hacía falta uno urgentemente.- le di un beso y un abrazo a cada uno.
-Te dije que le gustaría-dijo Lily sacándole la lengua a Rosie.
Después fui  hacia Johnny, sus ojos lucían un brillo que me costaba ver normalmente, estaba tan ilusionado como yo. No sé lo que me había comprado pero procediendo de él seguro que me gustaba. Lo abrí rápido como el de los otros, al principio no vi nada. Algo cayó al suelo. Era un biquini, no sé para que me serviría ya que no tenía pensado bañarme(os recuerdo que como no llegue a irme a la playa con mis padre, no aprendí a nadar. Desde entonces cualquier mención de bañarse en el mar me recordaba el día en el que ocurrió todo.) El biquini era bastante bonito, era lila clarito con rayas blancas.
-Johnny…-en vez de tirarme media hora tartamudeando y dando las gracias como una tonta le di un beso, con eso entendería lo que quería decirle sin necesidad de palabras.
Solo me quedaba un regalo, pensaba que  nada podía superar los regalos anteriores. Abrí el sobre. No, decididamente estaba en un sueño, eso no podía ser verdad. ¿De dónde habían sacado el dinero? En mis manos estaban dos billetes de avión, e iban hacia San Francisco…
-No tengo palabras para… agradecéroslo.
-No hace falta cariño con tu cara de asombro y felicidad nos sobra.-dijo Jisa acariciándome la mejilla.-Lo único que tienes que hacer es coger la ropa que tengas y meterla en la maleta, en avión sale mañana. Y que tu acompañante haga lo mismo.
-Que bien cariño, nos vamos a San Francisco. Lo único malo es que pasaremos un calor horrible, pero por ti me voy hasta el mismísimo infierno.-Vale, Johnny eligió a quién me iba a llevar por mí, no estaba segura de con quién iba a ir antes de que él hablara, pero estaba contenta de ir con él, que hay mejor que ir a San Francisco con tu novio… y durante un fin de semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario