domingo, 25 de diciembre de 2011

cap 26, Parte 2

Al ver que no decía nada más, ambos volvimos al grupo.
-Hoy tendremos que cenar un  poco menos, pero las chicas han traído ciervo. –dijo Henry intentando darles las gracias a las chicas. Yo sabía que para 8 personas y media (la media era Emily) tres ciervos significaba pasar hambre. Pero esta noche saldría con Henry a cazar y podríamos asegurarnos un poco de comida por si algún día no podíamos cazar.
-Sandy, esta noche iremos tu y yo seguro que pronto podemos zamparnos un oso.- Parecía haberme leído la mente. Cuando cazaba con él me sentía libre de responsabilidades, era como volver a los tiempos en los que la preocupación por los guerreros solo ocupaba una pequeña parte de mi cerebro,  no tenía que estar pendiente de nadie ni de nada y eso me encantaba. Ahora, los pocos momentos en los que me sentía totalmente segura era en los brazos de Johnny.
Después de cenar los demás recogieron la mesa y Henry y yo salimos. Le notaba en la mirada que hoy estaba especialmente cariñoso y feliz. No sabía a qué se debía aquello pero si él era tan feliz ¿porque yo no iba a serlo?
Me di cuenta de que me llevaba al claro donde nos besamos la primera vez.
-¿Te acuerdas de este claro?-pregunto tontamente, como no me iba a acordar. Se tiro al suelo y empezó a rodar sobre la hierba
-No se… Me resulta familiar pero no caigo de que…Anda levanta nene.-Dije haciéndome un poco la tonta, no sabía si se refería al recuerdo del beso o del rechazo. Intente levantarlo pero no pude con él y me tiro al suelo. Nos quedamos sentados en el suelo riéndonos.
- Este lugar es especial. No sé si para ti, pero para mí es uno de los mejores lugares del mundo. Sabes hoy hace justo un año que nos conocimos…-oins, se acordaba de cuál era el día que nos conocimos yo en ese tiempo no sabía en el día en el que vivía. Me parecía tan tierno que se acordara. Lo abrace fuertemente, tanto que si no fuera Henry seguro que lo habría asfixiado. Nos alejamos un  poco el uno del otro pero aún estábamos cerca, justo como esta mañana. Cuando me di cuenta el había puesto sus labios sobre los míos, solo el roce me aceleró  el pulso. Puse la mano en su pelo y lo atraje hacia mí. ¿Pero qué estoy haciendo?
Me aparte de él. No se la razón pero Henry hacia que mi cerebro dejara de pensar, no podía besar a Henry, tenía novio. Me levante seria y fui hacia la casa. Henry me pisaba los talones, intentaba andar más rápido pero no conseguí  que la distancia fuera mayor entre nosotros.
-Sandy, no te enfades. Yo te quiero, ese tio no siente ni un poco de lo que siento yo por ti. Te mereces algo mejor. Sandy por favor…
-¿Y qué quieres que haga? ¿He Henry quieres que te elija a ti y ya está, no? No es tan fácil  quieres que te diga que yo también te quiero, pues ya está dicho te quiero...Pero lo malo es que a ese  tio como tú dices también lo quiero, os quiero a los dos, sé que no está bien pero yo no puedo hacer nada para evitarlo.-dije entre lagrimas. Menudo día sentimental llevaba hoy. Si no me hubiera besado, todo habría salido perfecto, si yo no lo hubiera atraído hacia mí, si no lo hubiera separado..  Mi mente estaba hecha un lio, para no variar. No sabía lo que quería y cualquier opción parecía tan correcta como totalmente errónea.
Logré quedarme a solas no sé por qué no me había seguido, pero a si era mejor. Salí del bosque encaminándome hacia la ciudad, pero no me pare allí fui mucho más allá. A las afueras había un pequeño parque parecía abandonado los columpios eran de madera y los toboganes de color, de pequeña me encantaba venir a los parques como a la mayoría de los niños pero con la muerte de mis padre dejé de ser niña para siempre. Añoraba la felicidad que sentían los niños, solo me había dado tiempo a sentirla durante 5 años cuando los niños normales duran así hasta los 8 y algunos inmaduros más…
Me senté en el columpio que se encontraba a la izquierda y empecé a balancearme. Sin darme cuenta me dormí.

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